viernes, 9 de abril de 2010

Carbonara ñam ñam

Los primeros pinitos de cualquier cocinero tiene que ser la pasta, y no hay mejor plato que satisfaga los gustos de todos como la carbonara. He tenido la oportunidad de ver muchas maneras de cocinar este clásico italiano, pero no fue hasta mi llegada a Roma donde sus ciudadanos me mostraron como se tenía que cocinar propiamente este plato. Aprovecho para afirmar una obviedad y es que los italianos saben cocinar la pasta, y lo hacen bien, pero también he de decir que son muy estrictos en cuanto a posibles variaciones, interpretando cualquiera de ellas como una calumnia a su cocina. Espero que sepan perdonarme por mi variación. En España, es común encontrar muchos cocinillas como yo que hacen este plato con nata (crema de leche). Esta variante aterroriza a los italianos, pero he de decir que le añade una cremosidad que no se obtiene sólo con el huevo.







INGREDIENTES (para 2 personas)

  • Media cebolla picadita fina

  • 4 cucharadas soperas de nata líquida para cocinar.

  • 200gr de panceta o bacon a tiras.

  • 200gr de parmesano RECIEN RALLADO. Es muy importante que el queso este recién rallado. De esta manera aseguramos que el queso no esté reseco.

  • 2 yemas de huevo.

  • Nuez moscada.
    250gr de tortiglioni.


PREPARACIÓN:

En una olla grande hervimos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante. En una sartén grande, con una cucharada de aceite de oliva, cocinamos a fuego medio la cebolla. Procuraremos no agregar sal, ya que tanto la panceta como el parmesano son bastante salados. Una vez la cebolla este doradita, agregamos la panceta y la dejamos cocinar unos 3 minutos. No queremos que se dore y se quede crujiente, es mejor que este tiernita.

Este paso es el que escandaliza a los italianos, por lo tanto, si queréis seguir la tradición purista, saltároslo. Se agrega la nata con un poco de nuez moscada y se cocina junto a la cebolla y la panceta.

Una vez la pasta este lista, la escurrimos y la agregamos a la salsa. En este momento, y mientras la pasta esta aún caliente, se agregan las dos yemas de huevo y un buen puñado de parmesano. Removemos todo bien para que la pasta se empape de la salsa y las yemas se rompan, y con el propio calor de la pasta se cocine un poco.

Un buen truco para presentar es una vez emplatada la pasta, cortar unas lascas de parmesano con el pelador, de manera que parezcan unas chips de parmesano.

BON PROFIT!

1 comentario:

  1. Esta bien que seamos un poco traidores a las viejas recetas y que la cocina reciba algo de aire fresco. Si no hubiera gente como Adriá o como tú que saltara los convencionalismos para mejorar las recetas, seguiriamos comiendo carne cruda.........

    ¡¡¡¡ME SALE MUY RICO MI RISOTTO!!!!

    Casi tan bueno como a la anciana del Risotto

    ResponderEliminar