Cuando vivía en Canada, debido a las frías temperaturas, hacíamos mucha vida en casa, y muchas de nuestras reuniones estaban acompañadas de unas crepes. Preparar crepes es muy sencillo y una vez las tienes listas es muy fácil cambiar de salado a dulce sólo con el relleno. Pero esta versatilidad es una de las cosas que me molestaba un poco. Una variante de las crepes son los pancakes belgas, que mi amiga Gwendi preparaba con trozos de piña en la masa! De esta manera ya salían los pancakes dulces!
Esta vez he sido yo quien me decidido darles un poco mas de personalidad a los crepes y darles un toque de color y de sabor.
INGREDIENTES (para unas 4-5 crepes, depende del temaño de la sarten)
- 1 taza de leche.
- 1 huevo.
- 1 taza de harina.
- 250 g. de espinacas hervidas.
PREPARACIÓN
- Mezclar todos los ingredientes en un bol, con un poco de sal y un chorrito de aceite.
- Batir con la batidora hasta conseguir una masa homogénea.
- Dejar reposar en la nevera una media hora, para que las burbujas de aire que hemos introducido con la batidora vayan a la superficie.
- Calentar una sartén antiadherente con un poco de aceite, y cuando este muy caliente, echar un cucharón de la masa. Extender por toda la sartén y esperar hasta que pierda la consistencia liquida, entonces girar con cuidado. (normalmente la primera crepe se la come el cocinero mientras hace las demás, ya que sale fea y aceitosa, y da un poco de pena desecharla).
- Acompañar con vuestro relleno favorito:
- Queso de cabra y tomates cherry.
- Restos de pollo asado con un poco de mostaza.
- Jamon serrano y queso manchego.
- Manzana a la plancha y brie.
- Pasas, piñones y bacon.
de verdad quedan tan verdes, o hay algún retoque??
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