Este restaurante está en una de mis calles favoritas del Raval, Doctor Dou.
Cerca de la famosa (y costosa) Barcelona-Reykjavik, está este bonito resturante. Ya por fuera parece un local bien cuidado y la originalidad de la carta alerta, ya que tiene platos con nombres de esos largos que suenan muy rinbombantes y luego “ni chicha ni limoná”, pero este no es el caso.
Los platos están muy cuidados y el menú del día es bastante variado y con una excelente relación calidad precio. Además, el local es muy bonito por dentro. Las bóvedas y los espejos llaman bastante la atención, dándole al local un toque rústico y moderno. El restaurante llega a tener un punto romántico, pero insisto en que el menú del medio día esta bastante bien, incluyendo el domingo Fideuá!.
No dejéis de probarlo y ya me contaréis que os pareció.
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